sábado, 4 de enero de 2014

Raúl Castro denunció permanente guerra mediática de propaganda contra Cuba

 Según el presidente Raúl Castro Ruz, uno de los nuevos retos que enfrenta Cuba es la "permanente campaña de subversión político e ideológica", contra la revolución que "desde los centros de poder internacional realizan para tratar de frenar los avances sociales de ésta", y "recolonizar la mente de los pueblos y anular sus aspiraciones de construir un mundo mejor", mencionó durante la ceremonia del 55 aniversario del triunfo de la revolucióncubana en Santiago de Cuba. 




Enfrenta Cuba intentos de subversión ideológica, denuncia Raúl Castro
Prensa Latina.- Cuba enfrenta una permanente campaña de subversión política e ideológica que pretende desmantelar el socialismo desde adentro, denunció hoy aquí el presidente Raúl Castro.
Al resumir la celebración del aniversario 55 del triunfo de la Revolución Cubana, el jefe de Estado dijo que se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo necolonial.
Tales campañas están enfiladas contra las esencias mismas de la revolución socialista, a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, agregó.
El mandatario denunció que esos propósitos favorecen el individualismo, el egoísmo y pensamiento mercantilista, en menoscabo de los valores, identidad y cultura nacionales.
Tratan de vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideología y conciencia social, manifestó el gobernante en su discurso ante comandantes y combatientes históricos del proceso revolucionario, otros dirigentes y una representación del pueblo santiaguero.
Con ello, advirtió, pretenden inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones, así como promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro.
Todo con el propósito de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba, exclamó.
Dijo estar seguro de que la Revolución saldrá victoriosa en esta batalla ideológica.
Para ello, refirió, contamos con la pujanza y compromiso patriótico de los intelectuales, artistas, profesores y maestros revolucionarios, universidades y el estudiantado.
Los empeños de diseminar ideas que niegan la vitalidad de los conceptos marxistas leninistas y martianos deberán contrarrestarse con una creativa conceptualización teórica del socialismo posible en las condiciones de Cuba, como una alternativa de igualdad y justicia para todos, aseveró.
Instó a la nueva generación de dirigentes que paulatinamente van asumiendo responsabilidades a no olvidar "que esta es la revolución socialista por los humildes, de los humildes y para los humildes".
Llamó a continuar perfeccionando y profundizando la democracia en Cuba y seguir el principio de consultar de manera directa con la población las decisiones vitales para el desarrollo de la sociedad.
Raúl denuncia en Santiago intentos de subversión ideológica contra Cuba
Selección del Blog "La isla desconocida"
Fragmento del discurso de Raúl, hoy, 1 de enero de 2014
Seguidamente abordaré una cuestión en la que resta un largo trecho por recorrer. Me refiero al reto que nos impone la permanente campaña de subversión político-ideológica concebida y dirigida desde los centros del poder global para recolonizar las mentes de los pueblos y anular sus aspiraciones de construir un mundo mejor.
En su brillante definición del concepto “Revolución” formulada el primero de mayo del año 2000, en la Plaza de la Revolución, en La Habana, Fidel enunció, entre otras ideas, las siguientes:
“Revolución es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional;”
“es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio;”
“es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.
En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral.
En resumen, se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista. Con ello pretenden, además, inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro, todo ello con el marcado fin de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba.
En las presentes circunstancias, el desafío se hace mayor y estamos seguros de que con el concurso de las fuerzas de que dispone la Revolución saldremos victoriosos en este decisivo campo de batalla, haciendo realidad los objetivos que en la esfera ideológica aprobó la Primera Conferencia Nacional del Partido hace dos años, dirección en la que no se ha avanzado lo necesario.
Queda muchísimo trabajo por hacer. Para ello contamos con la pujanza y compromiso patriótico de la gran masa de intelectuales, artistas, profesores y maestros revolucionarios, así como con la firmeza de nuestros centros de investigaciones sociales, universidades y de su estudiantado, aún sin utilizar plenamente sus potencialidades.
Los empeños de diseminar ideas que niegan la vitalidad de los conceptos marxistas, leninistas y martianos, deberán contrarrestarse, entre otros medios, con una creativa conceptualización teórica del socialismo posible en las condiciones de Cuba, como única alternativa de igualdad y justicia para todos.
Las nuevas generaciones de dirigentes, que paulatina y ordenadamente van asumiendo las principales responsabilidades en la dirección de la nación, nunca podrán olvidar que esta es la Revolución Socialista de los humildes, por los humildes y para los humildes (Aplausos y exclamaciones), premisa imprescindible y antídoto efectivo para no caer bajo el influjo de los cantos de sirena del enemigo, que no renunciará al objetivo de distanciarlas de nuestro pueblo, en el propósito de socavar su unidad con el Partido Comunista, único heredero legítimo del legado y la autoridad del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, el compañero Fidel Castro Ruz (Aplausos y exclamaciones de: “¡Viva!”).
En este sentido, vale la pena recordar la relevancia que tiene continuar perfeccionando constantemente el principio de consultar de manera directa con la población las decisiones vitales para el desarrollo de la sociedad, como quedó demostrado durante el proceso previo a la aprobación del nuevo Código de Trabajo por nuestra Asamblea Nacional, al igual que en su momento se hizo con el proyecto de los Lineamientos de la Política Económica y Social, los que luego de su amplio y democrático examen popular fueron aprobados por el Sexto Congreso del Partido y refrendados posteriormente en nuestro Parlamento, ante el cual se rinde cuenta dos veces al año acerca de su implementación y de similar manera se procede en el seno del Gobierno y del Partido.
Con este método se podrá garantizar que el programa de la Revolución se actualice cada cinco años, para que siempre responda a los verdaderos intereses del pueblo en los asuntos fundamentales de la sociedad y corregir oportunamente cualquier error. Así se asegurará también el permanente perfeccionamiento y profundización de nuestra democracia socialista.
Estrechamente vinculada con estos conceptos de alcance estratégico, verdaderamente estratégico para el presente y el futuro de la Patria, está la frase pronunciada por Fidel aquí, casi a esta misma hora, desde ese balcón exactamente, hace hoy 55 años, con la que, por su eterna vigencia deseo concluir mis palabras, cito: “La Revolución llega al triunfo sin compromisos con nadie en absoluto, sino con el pueblo, que es al único que le debe sus victorias” (Aplausos).


Cincuenta y cinco años después, en el propio lugar, podemos repetir con orgullo: ¡La Revolución sigue igual, sin compromisos con nadie en absoluto, solo con el pueblo!

teleSUR.-

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