jueves, 20 de enero de 2011

A ticos y nicas. Por Marcio Vargas.


¿Dígame usted, amigo costarricense y nicaragüense?.

¿Cree que vale la pena enemistarse por un pedacito de pantano lleno de zancudos y guarasapos (¿en pligro de extinción?) en la salida del hermoso y nuestro Río San Juan de Nicaragua hacia el mar Caribe?.

Es posible, aunque quizás aún no, que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya diga quién es el dueño de Hourbor Head o no. Es problable que incluso sugieran algún tipo de indemnización por presuntos daños a humedales pequeñísimos sin el menor interés para el resto del mundo. O es posible que sigamos cuatro o cinco años discutiendo si alguien tiene la razón o no.

Pero ¿vale la pena?

Supongo que no. Pero ha sido el errático gobierno de la honorable presidenta Laura Chinchilla Miranda quien ha iniciado esto y lo ha llevado a círculos y niveles absurdos y dilatadísimos.

Los nicaragüenses no vamos a permitir que se nos quiten más derechos de los ya quitados sobre el Río San Juan de Nicaragua, pero eso lo único que implica es que vamos a pasar años discutiendo con jueces desconocidos sobre pequeños pantanos.

Hay problemas serios a lo interno en la política de Costa Rica que podrían verse "beneficiados" por esta absurdo diferendo. Y dicen mis amigos de la oposición en Nicaragua que igual aquí el gobierno de mi amigo, comandante y presidente Daniel Ortega, que yo y muchos apoyamos, se va a a ver beneficiado con este diferendo.

En lo personal, como viejo periodista acostumbrado a viajar por nuestros países en coberturas políticas, creo sinceramente que ninguna de las dos cosas es cierta. Doña Laura tiene su propio programa de gobierno para llevar adelante y mi hermano y amigo y compañero y comandante Daniel no es de los que se aprovechan de problemillas tan tontos como estos para hacer lo que cree conveniente.

¿Desde cuándo Daniel necesita de algo externo para hacer prevalecer lo que piensa a lo interno y que lo dice sin bemoles y sin comas las veces que se le ocurre?

Es al revés, lo externo siempre ha perjudicado a Daniel, porque hay fuerzas poderosas que se disgustan con su forma de pensar de la manera en que el mundo de hoy y mañana puede arreglarse sin tantas injusticias.

¿Puedo dirigirle una pregunta directa a Laura Chinchilla Miranda sin que se me acuse de irrespetuoso?

Aquí va. Yo soy amigo personal del jefe de la misión de abogados de Costa Rica en La Haya, don Edgard Ugalde. ¿Podría usted preguntarle a Ugalde, mi amigo tico y nica, si cree realmente que mediante diferendos vamos a ser hermanos y resolver los problemas de países vecinos inevitables para siempre?

Por muchas veces almorcé en comiderías populares de Managua con Ugalde y somos amigos de verdad. Yo estudié un tiempo en la UCR de San Pedro de Montes de Oca en San José, y él vivió en Nicaragua por varios años dos veces como embajador. Ambos nos tenemos cariño y confianza. ¿Porqué, doña Laura, usted no le pregunta a don Edgard su opinión personal y sin nada qué ver con lo político y jurídico, sino entre hermanos centroamericanos?

Hagamos las paces. Por favor, aunque muchas veces en Costa Rica me han "censurado" lo que escribo, espero que esta vez no. Pido a doña Laura y a don Edgard que me contesten. Que me digan si vale la pena que sigamos peleando. Que me digan si es mejor así como vamos o nos arreglarnos entre nosotros sin intervenciones de poderosos intereses extranjeros, oscuros y sucios.

Doña Laura y amigo Edgard Ugalde: ¿por qué no terminamos esto ya de una vez y empezamos explotar en conjunto las bellazas de ese río y sus brazos y sus maravillas adyacentes?

¿Alguno de ustedes dos me puede dar una razón valedera?

Un saludo con todo mi respeto honorable a la presidenta Chinchilla, y un abrazo de amigo y hermano de Edgard Ugalde

Patria y Libertad

Marcio Vargas Aguilar
Periodista nicaragüense
Orden de la Independencia Cultural "Rubén Darío"
PLOMO

1 comentario:

  1. Querido Marcio:

    Con delectación revolucionaria y orgullo sandinista he leído tus postalitas, de manera particular me impresiona y comparto la que dirigís a "Ticos y nicas". Pragmatismo del bueno, vecindad inevitable y perpetua, eso es lo único que a la postre debería importar para que actuásemos de una vez por todas en consecuencia. Un abrazo fraterno,

    Humberto Avilés Bermúdez

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